Delia Nicolae

¿Cómo resistir la tentación de comer lo «prohibido»?

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¿Has intentado alguna vez resistir a la tentación de comer alimentos prohibidos? ¿Quién no? Ese delicioso chocolate o esa bolsa de patatas fritas tentadora que te guiña el ojo en el supermercado. Resistir la tentación puede ser desafiante. La buena noticia es que es posible librarse de sentir el deseo intenso y a la vez frustrante que nos crean estos alimentos. Aquí tienes cinco estrategias efectivas para resistir la tentación de comer lo «prohibido»:

¿Qué significa la palabra resistir?

La palabra resistir significa: aguantar, sufrir, tolerar. Esto es justo lo que lo hace difícil. Las palabras que nos decimos influyen mucho en nuestro comportamiento. Si asocias una palabra con sufrimiento, se activa el sistema de supervivencia de huir o luchar, enseguida se apaga la parte del cerebro que tiene que ver con el control, toma de decisiones (córtex prefrontal). Por eso vas a ceder en algún momento y vas a comer eso que te prohíbes.
Mira otra razón sería que lo «prohibido» normalmente suele ser una ensalada rica con aceite de oliva o creo que más bien algo dulce como un chocolate, un bollo, patatas fritas bien crujientes, alimentos que por lo general tienen altos contenidos en azúcar y grasa. ¿Y qué ocurre? Estos dos nutrientes son nuestras primeras fuentes de energía, es lo que vamos a buscar primero, para recuperar nuestra energía lo antes posible. Comer un poco está bien pero en exceso se acumulan en nuestro cuerpo en forma de grasa.
Además el azúcar crea una adicción similar a la de una droga, porque también al comer algo con mucho azúcar en nuestro organismo se líbera la dopamina, el famoso neurotransmisor relacionado con el placer y la motivación. Más razón aún para desear esos alimentos.
Otra parte del cerebro que se activa cuando sentimos el antojo, es el núcleo caudado del cerebro, es una zona relacionada con la formación de hábitos y se asocia a situaciones determinadas. Exactamente como en el experimento de Pávlov con los perros. Por ejemplo, si yo tengo ganas de comer un cruasán y encuentro uno que me vuelve loca en una panadería, siempre que pase por esa panadería podré sentir el
mismo antojo. ¿Y qué hago? Entro y me lo compro, no 1, sino dos .

¿Entonces cómo resistimos a la tentación de comer lo prohibido? Aquí va la solución:

  1. No te lo compres, que te lo comes: si te compras algo que quieres dejar de comer, especialmente si lo tienes en casa, te lo vas a comer sí o sí, además vas a luchar con el sentimiento de no comerlo, hasta que hayas gastado toda tu energía y cedes por lo general a la noche.
  2. Pon a la vista tu fruta favorita para cuando sientas la tentación por lo dulce vayas a por ella. Pon en la cocina un recipiente y llénalo de tu fruta favorita. Al estar a la vista es lo primero que vas a ver en el momento, que surge el antojo. Llena tu despensa y nevera con alimentos saludables y tentadores. Frutas frescas, vegetales cortados en porciones, frutos secos y yogur griego son excelentes opciones para satisfacer los antojos con comida nutritiva.
  3. Practica la moderación: Privarte completamente de tus alimentos favoritos puede llevar a episodios de exceso o a sentirte privad@, lo que puede sabotear tus esfuerzos a largo plazo. En lugar de eso, permítete disfrutar de tus alimentos prohibidos ocasionalmente, pero en porciones moderadas y con plena conciencia.
  4. Encuentra alternativas saludables: Busca alternativas saludables a tus alimentos prohibidos favoritos. ¿Te encantan las papas fritas? Prueba hacer chips de kale al horno o palitos de zanahoria crujientes. ¿Eres un amante del chocolate? Opta por chocolate negro de alta calidad en lugar de la versión cargada de azúcar y grasas saturadas.
  5. Comer sano para siempre: La clave y la solución más efectiva es modificar nuestros hábitos alimenticios a largo plazo, entonces los antojos por la comida chatarra, rica en calorías vacías, serán cada vez menos frecuentes, porque tienes la mente enfocada a lo que te da salud y bienestar.

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